La polarización en la vida religiosa y política hace que sea difícil, si no imposible, progresar en la atención de las necesidades reales de las personas. La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos ha pedido a los católicos que nos comprometamos a sanar la división practicando una estrategia diferente para hablar sobre temas controvertidos, especialmente con aquellos con quienes no estemos de acuerdo, una estrategia basada en la preocupación por el bien común.
Muchas voces, un solo espíritu, en seis sesiones para compartir la fe, puede ayudarnos a lograr un diálogo sano en nuestras comunidades.